jueves, 24 de mayo de 2012

He disfrutado de verdadero cine con la película "Un Dios salvaje" de Roman Polanski, una pequeña pieza teatral sobre la educación de los hijos, sobre el individualismo y sobre los sentimientos, con una detallada dirección, un buen guion, estupendos diálogos y geniales interpretaciones. Después de verla casi he llegado a creer que existe un "Dios salvaje". Estupenda, de 7.