Leo "Basta con vivir", la nueva novela de la valenciana Carmen Amoraga, donde asistimos a la quiebra emocional de Pepa, una mujer que culpa al mundo de su desdicha y que, al final y gracias a la ayuda de una psicóloga, descubre que, ayudar a otros es la única forma, en realidad, de ayudarse a uno mismo. Con una preciosa portada de Javier Salas, muchos diálogos y abundantes laísmos, la escritora ha ideado una novela que, según cuenta, llevaba años en su cabeza cuando, en una entrega de premios, escuchó la historia de una mujer que había sido obligada a casarse con un hombre mayor que ella al que no conocía. Y si bien me ha parecido un poco tibia la denuncia que, por boca de su protagonista, la novelista hace del maltrato verbal a los ancianos en las residencias, de la mala comida de catering que reciben, de la existencia de las sujeciones, de la necesidad de que la sociedad asuma su papel en relación a las patologías mentales, de las redes de trata de mujeres y del proxenetismo, en la “Nota de la autora y agradecimientos” la escritora se compromete un poco más y me muestra las verdaderas cifras de la trata y el drama de la prostitución. Algunas reflexiones acerca de la soledad, de los mecanismos del ser humano para sobrevivir y de la capacidad innata para generar afectos aunque no seamos conscientes de ello, hacen de esta novela una obra con una narrativa sin dramatismo y de final un poco descafeinado -pero real, supongo-. Entretenida y ágil, de 5,6.
